comunicación efectiva o simplemente quieres mejorarla, sigue las recomendaciones que te proponemos en este artículo: Busca el contacto visual. Para transmitir confianza, nada como buscar la mirada de la otra persona para decirle a nuestro interlocutor, sin hablar, que su discurso nos importa y que le estamos prestando atención. Sé directo. La comunicación eficiente no necesita de muchas palabras, ni de larguísimas exposiciones, sino por lo contrario de una construcción clara y centrada en un punto principal. Elimina las palabras de adorno y el regodeo verbal. Confía en los gestos. Una parte importante de la información que transmitimos en la comunicación no es verbal, sino gestual. Aunque no lo veas, comunicas tanto con el cuerpo como con las palabras y los gestos pueden lograr en nuestro interlocutor efectos sorprendentes. Escucha primero, habla después. Si quieres ser un buen comunicador, procura perfeccionarte en la escucha, estate atento a toda la información, haz preguntas oportunas y busca entender a tu cliente. Si refuerzas la escucha pidiéndole que te cuente más o enfatizando cuánto te interesa lo que dice, ganarás en empatí. No interrumpas al interlocutor. Por muy tentador que sea, trata de no completar el discurso de los clientes con tus propias ideas ni llevar una conversación a tú terreno. Permíteles comunicar sus puntos de vista sin interrupciones y espera para expresar dudas hasta que éste haya terminado de hablar. Pregunta. No tienes todas las respuestas. Te entenderás más si admites cuándo no has entendido algo. Expresa las dudas sin miedo. No hay comunicación allí donde hay malos entendidos. Cierra con un resumen de lo que se ha dicho, expresado en tus propias palabras. Lee mucho. La lectura mejora tanto la comunicación, como el vocabulario y la fluidez, permitiéndote ser más hábil con las palabras. Lee diariamente noticias e información relevante para tu medio de trabajo y además obtendrás temas de conversación para brillar entre tus contactos. Aprende a manejar los medios. En la actualidad nos comunicamos por muchísimos medios diferentes, reales, virtuales y digitales. Aprende a utilizarlos con solvencia y capacidad, lo cual implica no también no utilizarlos todos juntos. La sobreutilización de correos, mensajes de texto y redes sociales genera confusión por exceso. Recuerda que la comunicación es como la sal: tanto su exceso como su falta, dañan. Acércate a lo personal. La comunicación efectiva no es solo una cuestión de trabajo, sino una herramienta para distintos planos de existencia. Prueba iniciar una conversación preguntando, sin excederte en curiosidad, haciendo preguntas de tipo personal. El abordaje emocional abre puertas que facilitan una comunicación fluida y flexible desde la cual se puede lograr cualquier tema, por más espinoso que pueda parecer a priori. Sé un facilitador de la comunicación y tendrás un camino lleno de sorpresas.]]>
