Su función principal, al igual que en todas las especies, es asegurar la supervivencia y permitir la transmisión del material genético a las próximas generaciones. Cuando hablamos de supervivencia, nos referimos a los procesos más básicos, como mantener la homeostasis del organismo, producir los cambios necesarios para afrontar los estímulos medioambientales, pero también la territorialidad, la jerarquía, la sexualidad, etc.
Homeostasis: principio general de regulación de los organismos vivos por el que tienden a estabilizar sus diversas constantes fisiológicas. Ejemplos de homeostasis son la regulación de la temperatura y el balance entre acidez y alcalinidad.
Hay que entender que la supervivencia tiene mucho que ver con el ahorro de energí, mental y físico y, por lo tanto, es lógico llegar a la conclusión de que la resistencia al cambio forma parte de ella.
Asimismo y, aunque parezca una contradicción, el instinto es acción, la supervivencia es acción y, en cualquier caso, es acción reactiva a algo que de algún modo sentimos como amenaza.
Desde el punto de vista que nos interesa, entender esta parte es tan esencial como las otras. En un momento dado, tu coachee puede estar más conectado con el instinto y hay que poder trabajar con ello, y al mismo nivel, ya que estarán más conectadas con la supervivencia, ya sea de acción o de reacción.
Por ejemplo, Mónica suele estar bastante conectada con el instinto y delante de cualquier cosa que ocurra en el trabajo, sus reacciones son más de actuar que de reflexionar. Ante el menor conflicto o cambio, trata de eliminar (solventar) lo que considera una amenaza.
Como coach puedes acompañarla para que tome consciencia de ello. Igualmente podría suceder lo contrario, como coach, podrís estar muy conectado con la acción y, sin darte cuenta, empujar a tu coachee para que actúe o para que se defienda de algo sin que sea estrictamente necesario.